Desnudo (I)

La fruta, innegable símbolo de lo erótico.

La fruta es un símbolo innegable de lo erótico en muchas culturas, ha sido utilizada para representar lo prohibido, lo bello, lo sensual, la lujuria y todas aquellas cosas relacionadas con la pasión.

Sus formas evocan directamente a la simbología erógena del cuerpo humano, lo que ha llevado a muchos artistas a representarlas en sus obras de arte, en un guiño a las vulvas, pechos, labios y otras partes del cuerpo consideradas eróticas.

Por ejemplo, el corte vertical de una manzana se ha asociado a la vulva y en muchos lugares representa el amor, mientras que en otros se convirtió en la imagen de la tentación y el pecado original. El higo, por su parte, es un símbolo de la sensualidad arrolladora y la fecundidad, y ha sido relacionado con la leche materna por su savia blanca. Para algunas culturas, las fresas son la fruta de la pasión y la sexualidad efervescente, que se presta a los momentos más íntimos y eróticos. Las peras, melones, plátanos, uvas, melocotones, papayas, piñas… todas son frutas que evocan la imaginación más natural del ser humano en lo que se refiere al erotismo.

Al adquirir estas apetitosas frutas, el frutero las envuelve con esmero en papel de estraza para evitar que se malogren y, precisamente, ese mismo material fue utilizado para modelar la escultura. Debido a la presión de los paquetes, el papel se manchaba con los jugos de las frutas, dejando huellas en él que hablan de la sensualidad y el placer que estas frutas pueden evocar.

El desnudo, que emana sensualidad e inocencia, está meticulosamente elaborado con papel de estracilla y representa una pasión inagotable por las frutas.

La piedra ubicada en el corazón es originaria de Le Grand Guillon, Mont de Marsan.

Año 2018

Medidas: 30x13x14 cm

Peso escultura: 592 gr.

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